En un entorno en el que la tecnología y la automatización avanzan con rapidez, la atracción, el desarrollo y la retención de talento suponen una gran ventaja competitiva. Sin perfiles cualificados las empresas corren el riesgo de no adaptarse con agilidad y de que sus procesos de transformación se queden estancados.
No obstante, contar con talento no es tarea fácil y los departamentos de Recursos Humanos nos enfrentamos a un enorme desafío en la selección de personal en un mercado laboral caracterizado por la escasez y la volatilidad de los candidatos. Por ello, adoptar una mentalidad proactiva y anticiparnos a las necesidades de la empresa se han convertido en la mejor estrategia de reclutamiento.
-
Un empleado comunica que se va de la empresa.
-
Se abre una nueva vacante.
-
Se publica una oferta en distintos portales de empleo con un título que incluye palabras como “INCORPORACIÓN INMEDIATA” o “URGE”.
-
Se empieza a buscar y cribar candidatos válidos.
-
Las semanas pasan…
-
El preaviso del empleado finaliza y se marcha de la empresa
-
Las entrevistas con los candidatos preseleccionados comienzan.
-
El candidato seleccionado debe dar un preaviso en su actual empresa.
-
Las semanas siguen pasando…
-
El empleado comienza su proceso de onboarding en la empresa.
En este ejemplo, desde que se origina la necesidad (paso 1) hasta que un nuevo candidato está preparado para asumir sus nuevas responsabilidades (más allá del paso 10) habrán transcurrido varias semanas. Durante este tiempo, es probable que el departamento para el que se busca el perfil haya experimentado una sobrecarga de trabajo, mientras que el equipo de Recursos Humanos, que habrá confiado su suerte a encontrar buenos candidatos en respuesta a la publicación de una oferta de empleo, se encontrará bajo un elevado nivel de presión por cubrir la vacante.
Teniendo en cuenta que cuanto más tiempo esté abierta la posición el impacto será mayor, se podrían pasar por alto determinados aspectos del perfil de un candidato con el objetivo de acortar los plazos, tomándose entonces decisiones precipitadas.
Por estos motivos parece evidente que la estrategia de reclutamiento tradicional basada en la respuesta reactiva a una necesidad no es la ideal.
¿En qué consiste el reclutamiento proactivo? Desarrollar una estrategia de reclutamiento proactivo consiste en atraer, entrevistar y construir relaciones con perfiles con potencial de forma continua y aunque no haya una vacante en un momento dado. Aunque pueda parecer innecesario dedicar tiempo y esfuerzo al reclutamiento en estas circunstancias, es la única forma de garantizar a las empresas que estarán preparadas para cubrir -casi- cualquier futura necesidad.
¿Por qué implementar una estrategia de reclutamiento proactivo? Sin importar el tamaño o el sector de la empresa, el reclutamiento proactivo supone grandes beneficios para las empresas que deciden ponerlo en marcha. Destacamos los siguientes:
1. Minimiza la escasez de talento en el mercado.
Cuando se trata de cubrir una vacante, las empresas que optan por una estrategia de reclutamiento tradicional se encuentran con muchas solicitudes de las cuales pocas cumplen con los requisitos del perfil. De hecho, más del 80% de los profesionales de Recursos Humanos tienen dificultades para cubrir vacantes (Infoempleo y Adecco, 2018). Esto significa que su fuente de talento principal -y casi exclusiva- son las ofertas de empleo. En cambio, las empresas que ponen en marcha un reclutamiento proactivo pueden ampliar su radio de búsqueda y contar también con candidatos pasivos (no están en búsqueda activa de empleo pero están abiertos a nuevas oportunidades), además de aprovechar otras fuentes de reclutamiento (networking, escuelas de formación, etc.) más allá de los portales de empleo para identificar talento.
2. La empresa siempre está preparada para cubrir vacantes.
Desde que se plantea la necesidad de cubrir una vacante, el 60% de las empresas tarda entre 2 y 6 semanas en elegir al candidato ideal (Infoempleo y Adecco, 2018). Este plazo se puede acortar considerablemente gracias al reclutamiento proactivo, que nos permitirá contar con sustitutos potenciales validados sin dedicar prácticamente tiempo a la búsqueda. De hecho, será casi tan sencillo como acceder al pipeline de candidatos y ver que el Candidato “A” encaja, ponerse en contacto con él y cerrar los términos del contrato, pudiendo incluso producirse la incorporación en la misma semana en la que se abre la vacante. Esto nos permitirá además organizar la transición de responsabilidades dentro del equipo de forma ordenada y eficaz.
3. Ayuda a configurar equipos de trabajo óptimos
Tener candidatos cualificados en nuestro pipeline nos ayuda a configurar equipos de trabajo óptimos, ya que permite a la empresa tomar decisiones ágiles en relación con la estructuración de la plantilla y la organización de sus departamentos. Si hemos podido comprobar a través de la evaluación del desempeño que un empleado no cumple con los requisitos mínimos para asumir las responsabilidades asociadas con su puesto de trabajo, contaremos con sustitutos aptos ya identificados.
4. Minimiza el impacto de la rotación
En sectores con índices de rotación estructurales en los que se debe afrontar la pérdida recurrente de talento, el reclutamiento proactivo permite “preparar el terreno” para que esta rotación no perjudique a la actividad de la empresa, y por tanto, a la evolución favorable de sus índices de rentabilidad.
Adicionalmente, un reclutamiento proactivo contribuirá a la disminución de esta rotación en el futuro, ya que los candidatos habrán tenido suficiente tiempo para investigar sobre la empresa y valorar si realmente cumple con sus necesidades antes de tomar una decisión. De esta manera, será más probable que no se encuentren diferencias entre sus expectativas y la realidad y que, por tanto, permanezcan en la empresa durante más tiempo.
5. Mejora la toma de decisiones en la empresa
Un reclutamiento reactivo y a contrarreloj puede desencadenar decisiones de selección precipitadas. Por ello, hacer un reclutamiento continuo e invertir el tiempo necesario nos permitirá seleccionar al mejor candidato desde una perspectiva 360º y nos dará la seguridad de que su formación, experiencia, actitud y competencias son las idóneas. Esta estrategia también será beneficiosa en el apartado financiero, ya que nos permitirá conocer y planificar con antelación el coste que puede representar la incorporación de cada candidato.
6. Permite estar al día en tendencias de mercado
En plena Era Digital, estar en contacto con candidatos es fundamental ya que nos ayudará a entender mejor el mercado laboral y sus tendencias. De esta forma, los reclutadores siempre estaremos preparados para responder a los cambios con rapidez.
7. Es tu oportunidad para dar a conocer tu empresa.
El reclutamiento proactivo también tiene una finalidad “marketiniana”, ya que es una excelente oportunidad para desarrollar el candidate experience y dar a conocer tu empresa entre los profesionales.
Un proceso de selección meticuloso y bien planificado, a diferencia de uno urgente y poco exhaustivo, nos permitirá transmitir con orden y entusiasmo la cultura y los valores de nuestra empresa, generando una experiencia positiva y un interés creciente entre sus candidatos. Muchos de estos candidatos, sabiendo que no cumplen con los requisitos de un perfil determinado, optarán por formarse para incrementar sus posibilidades de formar parte de la empresa el día de mañana (inbound recruiting).